En este trabajo práctico trabajé con climogramas y actividades del programa 2Mp.
Climas y biomas de la República Argentina
lunes, 24 de agosto de 2015
sábado, 15 de agosto de 2015
La muerte de Betty y su nieto Jorge
Jorge estaba caminando por la calle un día de
lluvia cuando volvía del trabajo. Entonces, se puso a pensar en su abuela
Betty: se le volvían a la cabeza esas feas y claras imágenes de cuando la habían
dejado en el manicomio con sus padres.
Dos años más tarde, luego de una
intensa terapia de recuperación, los médicos y psicólogos del lugar
consideraron que ya era capaz de volver a su casa, por lo que su enfermera Rita
Ester le dio el alta y le permitió hacer una llamada a un conocido para que la
pasaren a buscar. Pero ella sabía que ya nadie la quería debido a su locura t a
pesar de llamar a su hija Gladys, no consiguió respuesta.
Decepcionada por su hija, Betty
salió del manicomio a las 10:52 y sabía que caminando a la velocidad de una
señora de 80 años, tardaría, al menos, 20 minutos.
A solo una cuadra y media de su
casa, un auto que venía a alta velocidad frenó dos casas delante de ella y,
mientras seguía avanzando, el conductor se bajó rápidamente y pasó en sentido
contrario a ella por su derecha. En cuanto pudo escuchar unos pasos que la seguían
sintió un brazo que la tomó por la cintura mientras que otro que sostenía un
trapo con un olor muy peculiar le tapó la boca.
Después de un indefinido sueño, despertó en
un lugar sin ventanas encerrada dentro de una jaula gigante como si fuera un
gorila tratando de averiguar dónde estaba, qué hora era y qué motivos la
llevaron a estar allí, de repente apareció un señor de apariencia rara de unos
40 años quien se presentó como Beto Gallese y le explicó que estaba secuestrada
y que no tenía ni la mas mínima intención de dejarla ir.
Tras unas horas Rita decidió llamar a la casa
de Betty para asegurarse de que había llegado bien a su casa. Pero, al no
encontrarla llamó a la casa de su hija Gladys y contestó Jorge, el nieto de
Betty ya que ninguno de sus padres estaba en casa.
Al enterarse de la desaparición de su abuela
se puso a investigar y casi como un detective de película logró dar con el
paradero de Betty en menos de 72 horas, logró llegar a la casa de Beto, meterse
por la ventana de atrás, que siempre estaba abierta, y revisar toda la casa
hasta llegar al sótano donde se encontró con su abuela golpeada y ensangrentada.
Ellos empezaron a dialogar sobre lo que había
sucedido y como la venia torturando Beto, cuando, de pronto, se escuchó un
portazo y después lo único que se escuchó fue el ruido del viento contra los
arboles y la forma en que la noche se agitaba cual avispero y la silenciosa
sombra de Beto anunciaba lo peor. Él mostró su arma y con una sola bala el
pecho de Betty quien murió al instante, y segundos después Jorge cayó muerto
sobre sus rodillas y a pesar de no ganar mucho con la decisión que había tomado,
terminó con la situación.
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